Este circuito histórico es fruto del trabajo desarrollado en conjunto por la Corporación Social y Cultural de Concepción – Semco y la Oficina de la Mujer de la Municipalidad de Concepción. En esta gestión municipal se ha trabajado permanentemente por visibilizar el rol público de muchas mujeres penquistas que han sido protagonistas en el desarrollo y la construcción de la ciudad de Concepción. El objetivo es que ellas sean reconocidas por la ciudadanía y se trasformen en ejemplos para las nuevas generaciones.
Custodia de un legado…
Hija de José Francisco de Urrutia y Mendiburu, acaudalado empresario, y de María Luisa Fernández del Manzano y Guzmán Peralta. Su vida transcurrió entre las numerosas haciendas de la familia y en su casa habitación ubicada en la antigua calle Comercio (hoy Barros Arana), entre Caupolicán y Aníbal Pinto.
María de la Nieves, con solo 18 años, contrajo matrimonio con el destacado abogado, político y prócer de la Independencia Juan Martínez de Rozas Correa (1758-1813). Tuvieron siete hijos: María del Carmen, José Ignacio, María Mercedes, Mariana, Javiera, Ramón y Carlos.
Para algunos historiadores, Martínez de Rozas es el verdadero presidente de la Primera Junta Nacional de Gobierno de 1810. La súbita muerte de Mateo de Toro y Zambrano (1727-1811) acrecentó su poder político enfrentándolo con José Miguel de la Carrera. El eminente abogado desplegó todos sus esfuerzos para convocar el Primer Congreso Nacional, el cual fue disuelto por Carrera, quien exilió a Martínez de Rozas en Mendoza, donde fallecería en mayo de 1813.
Entonces, María de las Nieves se vio obligada a quemar diversas cartas y documentos por temor a las represalias de sus adversarios. Durante su vida, fue muy querida por la comunidad penquista, debido a su permanente labor altruista y social. Murió en Concepción en 1850 y desde 1892, sus restos descansan en el Cementerio General de Concepción, en el mausoleo de su hijo Ramón.
Ubicación Mausoleo: Avda. Pedro Lamas entre Manuel Zañartu y Osvaldo Aichel.
Al mando de una institución centenaria…
En 1883, coincidiendo con el año de su nacimiento, se había fundado en la ciudad la Sociedad Liceo de Niñas de Concepción, por iniciativa de Abilio Arancibia, rector del Liceo de Hombres. El proyecto tuvo un carácter laico y fiscal. Sus inicios fueron en calle Freire 46, luego se trasladaron a Caupolicán esquina San Martín (1897).
Destacada docente, Amelia Mellase convirtió en su directora entre los años 1918 y 1929, donde se esmeró por lograr que los certificados de este liceo fueran válidos para que las alumnas ingresaran a la Universidad de Concepción. De esta forma, buscaba contribuir al acceso pleno de la mujer al quehacer social de la época. Lo anterior motivó que a este liceo se incorporaran señoritas de diversas comunas.
Frente a la demanda de espacio, Amelia confeccionó horarios para alternar distintas secciones y arrendó propiedades aledañas. Desde la Logia Masónica, se logró influir en el Congreso para obtener fondos que pudieran financiar un nuevo edificio, esta vez, en calle Rengo con Cochrane, obras que se iniciaron en 1928.
Bajo su dirección se crearon instituciones de ayuda a la comunidad como La Cruz Roja Juvenil, La Liga de Madrecitas y La Brigada de Muchachas Guías del Movimiento Scout. Amelia Mella falleció en Concepción en 1942 dejando un legado que perdura hasta hoy a través de varias generaciones de mujeres que fueron educadas en sus aulas.
Ubicación Mausoleo: Calle Aurelio Lamas con Luis Plaza de los Reyes.
Una educadora distinguida…
Desde muy temprano sintió el llamado de la vocación, dedicando todo su esfuerzo y fortuna a la enseñanza. En una época marcada por las diferencias sociales, ella veló por entregar a las mujeres educación e instrucción, fundando en 1896 el Liceo de Señoritas “Santa Filomena”, en su antigua casa familiar ubicada en calle Freire esquina de Serrano.
La institución que dirigió durante 13 años contó con un gran prestigio y entre sus docentes figuró su amigo Enrique Molina Garmendia, junto a otros vecinos fundadores de la Universidad de Concepción.
La educadora dejó su cargo en 1929, y entre sus obras sociales más destacadas está la fundación del prestigioso Conservatorio de Música “Enrique Soro” y la Ciudad del Niño “Ricardo Espinosa”. Esta última institución lleva el nombre de su esposo y atiende a niños sin familia desde hace 58 años.
Falleció en 1961 en su casa de calle O’Higgins 1142, en Concepción, y no tuvo descendientes.
Ubicación Mausoleo: Calle Camilo Henríquez entre Guillermo Otto y Jorge Rogers.
Una sobresaliente académica…
Para después llegar al cargo de Directora del Departamento de Psicología. Fundó el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura y las Damas Universitarias.
Nació en Penco, un 5 de febrero de 1916, en el seno de una destacada familia de la sociedad pencona. Estudió en el Liceo de Niñas de Concepción, para luego convertirse en una de las primeras mujeres en ingresar a la Universidad de Concepción, donde estudió Inglés. A sus 22 años, fue contratada como docente en la misma universidad en 1938.
Un gran deseo de desarrollar su carrera, la motivó a viajar en dos oportunidades a Estados Unidos para especializarse en psicología, llegando a ser directora del Departamento de Psicología de la UdeC.
Con ideas progresistas y un claro objetivo: dignificar el ingreso de la mujer a la educación, fue una de las fundadoras del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura de Concepción (1942) y de las Damas Universitarias (1945).
Fue distinguida como profesora emérita de la Universidad de Concepción, tras 45 años de docencia, y miembro directivo del Concejo del Colegio Concepción desde 1954, por varios períodos. Beatriz Coddou falleció en Concepción, un 4 de junio de 1997.
Ubicación Mausoleo: Calle Pablo Rojas con Manuel Zañartu.
Valiente juventud…
Debió enfrentar al militar español José Ordóñez, que la acusó de sentimientos patriotas. Fue encerrada junto a su madre en un calabozo de la fortaleza de Penco. Allí resistieron por 17 días hasta que un oficial las dejó huir. Se casó con el patriota Juan Pradel.
Mujer patriota, que durante la Reconquista vivía una apacible vida en el campo de sus padres, ya ancianos, cuando debió sortear el episodio más oscuro de su vida. Tenía solo 17 años cuando enfrentó al militar español José Ordóñez (1789-1819), quien, dice la leyenda, prendado por su belleza, intentó secuestrarla.
Para ello urdió un plan, que consistía en acusar a la familia Soto San Martín de ocultar a patriotas en sus tierras. Tanto Candelaria como su madre negaron los cargos con firmeza. Insatisfecho, el militar español las sometió al Tribunal de Infidencia, que ordenó encerrar a la joven y su madre en la antigua fortaleza de Penco, un subterráneo pantanoso, adonde llegaban los más peligrosos criminales. Tras 17 días de resistencia, las valientes mujeres lograron huir de este calabozo.
Luego de este hecho, Candelaria contrajo matrimonio con el patriota Juan Pradel, quien recuerda su heroica gesta con el siguiente epitafio: “Bajo esta loza yacen los restos mortales de Candelaria Soto de San Martín. Patriota memorable por su enérgica constancia”.
Ubicación Mausoleo: Plaza Pedro del Río Zañartu.
Una dama de la filantropía…
Carmen nació en Concepción el 16 de julio de 1848. Es descendiente de una de las familias con más tradición: Los Urrejola, quienes han entregado al país políticos, abogados y médicos. Sus padres, Gonzalo Urrejola y Tránsito Unzueta, fueron destacados miembros de la alta sociedad de la época.
En enero de 1883, se casó con el prominente vecino penquista Pedro del Río y Zañartu (1840-1918), con quien compartió la pasión por la aventura. Juntos emprendieron tres viajes alrededor del mundo. Antes de morir, Pedro del Río solicitó al arquitecto Onofre Montané, la construcción de una casona en calle Barros Arana esquina de Castellón, de estilo art nouveau. El filántropo, sin embargo, no alcanzó a verla terminada.
Tras la muerte de su esposo, Carmen Urrejola continuó con su labor altruista, y se trasladó a la mansión, la que se convertiría en el centro de reunión de la sociedad penquista, políticos, hombres de negocios e intelectuales.
Con una fe religiosa profunda, al enviudar se dedicó a materializar las disposiciones de su esposo, quien la nombró albacea de su fortuna. En su testamento legó al Obispado de Concepción su casona, de calle Colo Colo esquina de O’Higgins, para que funcionara como pensionado, mientras que a las Parroquias de San Agustín y La Merced y a la casa del Sagrado Corazón de Jesús, acciones y bonos.
Ubicación Mausoleo: Calle Osvaldo Aichel con Desiderio González.
La mecenas de Santa Juana…
Oriunda de Santa Juana, junto a su hermano José Cardenio, heredó la riqueza de su padre José Manuel, pionero de la industria del carbón en Curanilahue. Una de sus obras más recordadas es el Hospital Clorinda Avello, que funciona hasta el presente en la ciudad de Santa Juana.
El compromiso social que manifestó en vida Clorinda, junto a su hermano José Cardenio, sin duda fue heredado de su padre José Manuel, pionero del carbón en Curanilahue y hacendado de Santa Juana, quien marcó también la historia de ambas comunas.
Al morir su padre, Clorinda y José Cardenio no dudaron en legar su inmensa fortuna a Concepción y Santa Juana, con el fin de llevar el progreso a miles de vecinos: luz eléctrica, agua potable, boticas, entre otros adelantos.
En Santa Juana, una de las obras más recordadas es el Hospital “Clorinda Avello”. Por desgracia el terremoto de 1939 destruyó gran parte de la construcción. En Concepción se recuerda el «Manicomio Avello”, ubicado en Avenida Irarrázabal esquina de Miguel Ignacio Collao.
Actualmente, el legado de Clorinda está vigente en la Escuela Particular Nº1 de Santa Juana, que lleva su nombre. Clorinda Avello, falleció el 9 de febrero de 1898 a la edad de 83 años
Ubicación Mausoleo: Calle Juan de Luna entre Santo Domingo y Manuel Zañartu.
Una viajera alemana…
Miembro de la familia Gleisner, conocida en la época por su casa comercial emplazada en la antigua calle Comercio de Concepción. Nació en Alemania en 1841, pero en julio de 1865, decidió acompañar a su hermano Mauricio a Chile, quién poseía una curtiembre en Nacimiento.
En nuestra zona, conoce al Doctor Oswald Aichel, con quien tiene 7 hijos. En 1887,y tras una epidemia de cólera, lidera la creación de la Sociedad Médica de Concepción, compuesta por 14 médicos, los que se reúnen en la casa Aichel-Gleisner.
Clementina llegó a ser muy apreciada por la colonia alemana residente, por sus virtudes, dentro de las que destacan su inclinación por el arte, que la llevó a participar del Club de Canto Alemán.
Fallece a los 56 años, el 21 de noviembre de 1897. A pesar de sus avanzados conocimientos, el Dr. Aichel no pudo aliviar su enfermedad.Su muerte tuvo gran cobertura de la prensa de la época y más de 300 personas asistieron al cortejo fúnebre.
Ubicación Mausoleo: Calle Alemania con Inglaterra.
La primera mujer Diputada de Chile…
Nació en Concepción, el 11 de noviembre de 1913. Hija de Marco Enríquez y Rosalba Frödden. Hermana del ex Rector de la UdeC y ex Ministro de Educación, Edgardo Enríquez Frödden. Sus primeros estudios los realizó en el College de Concepción, para luego ingresar a la Escuela de Derecho de la Universidad de Concepción.
Entre 1940 y 1950, ejerció como secretaria-abogado de la Intendencia de Concepción, mientras que entre 1941 a 1951 como académica en la cátedra de Economía Política en la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Concepción.
Miembro del Partido Radical desde 1935, junto a Corina Vargas y Amanda Labarca crearon instituciones como la Asociación de Mujeres Universitarias, el Centro Femenino Radical y las Mujeres Radicales.
En septiembre de 1950, fue nombrada Intendente de la Provincia de Concepción, bajo el gobierno del Presidente Gabriel González Videla. Así mismo, fue la primera mujer Diputada de la historia de Chile, manteniendo su cargo por cuatro periodos entre 1951 y 1969, representando a las agrupaciones departamentales de Concepción, Valdivia, La Unión y Rio Bueno. Durante su gestión presentó diversas leyes, entre ellas, una de divorcio y otras normas para el pago de asignaciones familiares y la protección a la infancia.
Se casó con Jorge Sáez, con quien tuvo un hijo, Jorge Guillermo. Inés Enríquez murió en Santiago, el 15 de agosto de 1998, sus restos fueron trasladados al Cementerio de Concepción el 6 de noviembre del mismo año.
Ubicación Mausoleo: Calle Andrés Lamas entre Las Gardenias y Gabriela Mistral.
Una voz silenciada…
Fue en octubre de 1910, cuando quedó al descubierto un macabro crimen que conmocionaría a toda la ciudad. El cuerpo sin vida de una joven mujer apareció dentro de la Laguna Redonda, degollada, amarrada dentro de un saco y atada a piedras. La investigación no lograba identificar a la víctima ni a los culpables, por lo que se solicitó por medio de la prensa, que los vecinos se acercaran a la morgue para intentar reconocerla. Mientras, en su homenaje, la gente comenzó a prender velitas en la Laguna Redonda.
Así, una prima pudo reconocer que se trataba de Petronila Neira Bustos, humilde joven nacida en Coronel, que había llegado a Concepción arrancando de los malos tratos que recibía de su pareja, Arturo Retamal; quien siguió acosándola hasta la noche que la degolló y lanzó a la laguna.
Con los años, muchos penquistas siguieron prendiéndole velitas a Petronila, en su tumba del Cementerio General de Concepción, asegurando que era milagrosa. La “santa de los pobres” comenzaron a llamarla, mientras su animita empezó a llenarse de flores y placas de agradecimientos por sus favores concedidos.
Ubicación Animita: Calle Andrés Lamas con Sargento Aldea.
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